Se jugaba la segunda jornada de la Liga Inglesa (aunque ya no es inglesa, recordemos que hay equipos de Gales) en Old Trafford; se enfrentaban el actual campeón del torneo, Manchester United y Tottenham Hotspur, que quedó quinto la temporada anterior. En la primera jornada, el Manchester le ganó en los últimos minutos al West Brom, con un autogol de Reid, y el Tottenham no pudo jugar su partido contra el Everton por los incidentes ocurridos en la capital inglesa, Londes.
El partido comenzó, con el pitazo del inglés Lee Probert. Con unos primeros minutos muy disputados, en los que el ManU arriesgaba un poco más de la mano de Rooney, pero el balón se encontraba siempre en la mitad del campo, sin un equipo que domine claramente, aunque el ManU era quién se mostraba con más intención de hacerlo.
El partido comenzó, con el pitazo del inglés Lee Probert. Con unos primeros minutos muy disputados, en los que el ManU arriesgaba un poco más de la mano de Rooney, pero el balón se encontraba siempre en la mitad del campo, sin un equipo que domine claramente, aunque el ManU era quién se mostraba con más intención de hacerlo.
En el minuto 7, llegó la tan esperada primera gran llegada a un arco del partido: pase de Young desde la izquierda hacia el medio, aprovechando la llegada sorpresa de Cleverley que dispara con la pierna derecha al palo izquierdo de Friedel que desvía con una mano al tiro de esquina. Luego el Tottenham dominó un poco más el balón, gracias al trabajo de Van der Vaart y Kranjcar.
El Tottenham con el pase de los minutos se atrevía más, comandados por Rafael Van der Vaart, que parecía tener el don de la omnipresencia, estaba en todos lados del campo de Old Trafford. Presionaba, creaba juego, quitaba balones, driblaba rivales, protestaba, cobraba todos los balones parados, era el jugador que estaba jugando con más “ganas”; así fue como los de Redknapp fueron asentándose en el partido y Bale comenzó a aparecer un poco más, ya el partido era otro; el Manchester atacaba gracias a la velocidad de Nani y Young… El mediocampo, era del equipo visitante.
Dado el bajo nivel mostrado en el mediocampo del ManU, por el brasileño Anderson –muchas veces, cuando se habla de un Crack estilo Messi o Cristiano Ronaldo y éste jugador no aparece en el partido, se dice que el jugador estaba “flotando en el campo”, hasta que llega y marca el gol de la victoria de su equipo; lo hemos escuchado muchas veces. Anderson flotaba en el campo, pero en el mal sentido: Cuando le tocaba defender, desaparecía, cuando tocaba atacar, se quitaba el balón de los pies lo más rápido posible… (El Manchester jugaba con 10 prácticamente)-, los locales no dominaban claramente el balón. Dependían de arreadas de sus extremos y de las llegadas sorpresas de Cleverley.
El partido se empezó a poner lento, muy detenido, sin emociones y más peleado en el mediocampo cerca del minuto 30. Poco más que destacar en los últimos 15 minutos del primer tiempo, un remate de Van der Vaart (de nuevo el holandés creando peligro), que detuvo de buena manera De Gea, fue lo más resaltante junto con el disparo de Cleverley y el cabezazo de Young en un primer tiempo que fue de más a menos, con Rooney y Van der Vaart como principales armas para ambos equipos. Se esperaba más de los 4 extremos que estaban pisando el engramado de Old Trafford… Defoe y Anderson, los peores de sus equipos; sé que jugaron porque los vi en las alineaciones, no aparecieron en todo el primer tiempo.
Iban 3 minutos disputados en el segundo tiempo y ya Friedel y De Gea habían tenido una parada cada uno. Ambos equipos salieron con todo, con ganas de marcar rápido, aunque en el “tú a tú”, el Manchester se llevaba una ligera ventaja. Así llegamos al minuto 53, cuando el portero del equipo visitante, el estadounidense de 40 años, Bradley Friedel, tuvo una doble parada, gracias a los disparos del intermitente Anderson y del constante Rooney. Primera gran atajada de algún portero durante el partido. Con esa actuación, el Manchester arrinconó al Tottenham. Disparos de Nani y Young fueron un aviso para los visitantes, intentándole señalarles lo que les venía; y lo que vino fue bueno, muy bueno para los Reds. El primer gol del partido gracias a un estupendo centro de Cleverley desde la derecha, dirigido hacia el primer palo, que se consigue con el anticipo y la cabeza del joven delantero inglés, Welbeck, que cabecea hacia abajo y al segundo palo de la potería defendida por el Tottenham. Balón inalcanzable para el portero norteamericano, y así fue como en el minuto 61, llegó el primer gol del partido, el primero de los locales.
Pero esos dos avisos de los extremos dirigidos por Ferguson, no nada más avisaban la llegada del gol. Un disparo de falta de Rooney, detenido espectacularmente por Fridel y otra parada doble del portero visitante tras disparos de Nani y Welbeck, fueron suficientes para que el Manchester United fuera merecedor de ir por encima en el marcador, fue suficiente para demostrar superioridad de los locales. Ahora le tocaba al Tottenham, demostrar garra y carácter, para intentar remontar el encuentro. Así lo hizo cuando entraron desde el banco, Roman Pavlyuchenko y Tom Huddlestone, en el minuto 74, con una gran atajada de David De Gea, pero apenas mostró síntomas de reacción el equipo de Redknapp, llegó el segundo gol del Manchester. Pared realizada entre Anderson y Welbeck, que terminó en gol del brasileño que se situó sólo ante el arquero tras un gran taconazo de Welbeck dentro del área, para hacer la pared ya mencionada. Así llegó el segundo gol que parecía que dejaba K.O. al Tottenham. Pero al minuto de marcar el gol, Defoe manda un balón al travesaño tras una horrorosa salida de De Gea tras un centro del equipo visitante, que terminó en los pies del delantero inglés, que con la portería vacía, mandó el balón al palo derecho del equipo local.
El partido se volvió un “ida y vuelta”. Y ahí fue cuando entraron Javier Hernández, Ji Sun Park y Ryan Giggs en el equipo local. Menciono esto, porque con el ingreso del veterano jugador galés, que lleva el 11 en la espalda, se batió un record en el fútbol inglés. Ryan Giggs se convirtió en el jugador con más partidos jugados, vistiendo la camiseta de en un solo equipo en toda la historia del fútbol inglés, con 614 apariciones en la Liga Inglesa. Y hablando del jugador galés, en el minuto 87, le dio la asistencia a Wayne Rooney para que marcara el tercer gol de los locales, tras una gran jugada colectiva, Giggs recibe dentro del área y de derecha manda un centro que pareciera ser con la mano, a la cabeza de Ronney, que con un salto espectacular, marca el tercer gol, dirigido al segundo palo.
Así terminó el encuentro. Con un primer tiempo muy parejo, disputado y entretenido, pero con unos últimos 45 minutos que fueron un baile de los locales a los visitantes. Cleverley, Welbeck y Van der Vaart, el podio del partido, para mí. Cumple el Manchester United, ante los ojos de Edwin Van der Saar y Roberto Mancini (se enfrenta al Tottenham en la próxima jornada), que estaban en el palco.
El Manchester United jugó con De Gea; Jones, Evans, Smalling, Evra; Nani, Anderson, Cleverley (Chicharito, 81’), Young (Giggs, 81’); Rooney, Welbeck (Park, 81’). 4-4-2.
El Tottenham jugó con Friedel; Walker (Corluka, 45’), Kaboul, Dawson, Assou-Ekotto; Kranjcar (Plavlyuchenko, 74’), Livermore (Huddlestone, 74’); Lennon, Van der Vaart, Bale; Defoe. 4-2-3-1.
Fueron amonestados Evans, Dawson y Defoe.
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Escrito por Juan Tarre.
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